Taller III: Proyecto Vivencial y Participativo
MISIÓN
Atender las necesidades del adolescente dentro de la Filosofía Montessori, ayudando a cada alumno a darse cuenta de sus propias potencialidades, valorándose conscientemente a sí mismo e iniciando el camino hacia su misión personal.
El desarrollo de una persona no es lineal: Cada etapa de desarrollo del ser humano tiene características y necesidades diferentes, por eso la educación Montessori propone crear "Ambientes Preparados" que den respuesta a cada periodo. Esto en contraste con la educación tradicional, donde el salón de clases generalmente tiene características similares para todos los niveles.
Los jóvenes entre los 12 y 15 años de edad, pasan por un periodo inestable de grandes cambios físicos y psicológicos: hay dudas y titubeos, emociones violentas y desaliento, por lo que se puede presentar una disminución inesperada de la capacidad intelectual.
Montessori propone para esta etapa, dando respuesta a las características del adolescente, un enfoque con actividades totalmente vivenciales y significativas que dan por resultado un autodesarrollo completo de los jóvenes. La persona, el ser humano, es el aspecto más importante. Es sólo a través de la variedad de actividades físicas, académicas, artísticas y tecnológicas, que el adolescente puede ir definiendo sus gustos, preferencias y potencialidades, en el camino de encontrar su vocación personal.
En esta etapa fundamental en el desarrollo del ser humano, el adolescente necesita su propio espacio con límites claros, adultos que escuchen razones y conozcan los detalles de las actividades que van a realizar, así como el lugar, tiempo y objetivos para asegurar su progreso. Es un periodo donde es necesario fortalecer la confianza en ellos mismos, así como el trabajo emocional y espiritual, además del académico, es fundamental.
- Trabajar.
- Construir una comunidad.
- Ser retados.
- Tener contacto con el campo y la tierra.
- Desarrollar una visión personal.
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