¿Qué es el Sistema Montessori?



La metodología Montessori tiene una sólida y fundamentada trayectoria desde hace más de 100 años. Según María Montessori, los niños absorben como “esponjas” toda la información que requieren y necesitan para su actuación en la vida diaria. En los Ambientes Preparados el niño aprende a hablar, escribir, leer, manejar conceptos de ciencias y matemáticas de la misma manera que lo hace al gatear, caminar, correr, etc.





La Dra. Montessori no estaba de acuerdo con las técnicas rígidas y frecuentemente crueles que se utilizaban en Europa. Ella basó sus ideas en el respeto hacia el niño y en su capacidad de aprender, partía de no moldear a los niños como reproducciones de los padres y profesores imperfectos.

Concibió a los niños como la esperanza de la humanidad, dándoles oportunidad de aprender y utilizar la libertad a partir de los años de desarrollo, así el niño llegaría a adulto con la capacidad de hacer frente a los problemas del vivir, incluyendo los más grandes de todos: la guerra y la paz.








El método Montessori ha existido desde 1907, cuando María Montessori creó la primera “Casa de los Niños” en Roma, Italia. El trabajo de María Montessori no solamente era el de desarrollar una nueva manera de enseñanza, sino descubrir la vida y ayudando al niño a alcanzar su potencial como ser humano. Procurarando desarrollar este potencial a través de los sentidos, en un "Ambiente Preparado" y utilizando la observación científica de un Guía entrenado. María Montessori enseñó una nueva actitud y una nueva manera de mirar a los niños.




El método Montessori está basado en observaciones científicas relacionadas con la capacidad de los niños para absorber conocimientos de su alrededor, así como el interés que éstos tienen por los materiales que pueden manipular. Cada pieza del equipo, cada ejercicio, cada pieza del método desarrollado, fue basado en lo que ella observó, lo que los niños hacen "naturalmente", sin ayuda de los adultos. Por lo tanto, el método de educación Montessori es mucho más que el uso de materiales especializados, es la capacidad del educador de amar y respetar al niño como persona y ser sensible a sus necesidades.

"A los niños se les enseña"; esta verdad simple pero profunda inspiró a Montessori a buscar la reforma educativa (metodología, psicología, enseñanza y entrenamiento del profesor) en su esmero por fomentar que “uno mismo es quien construye su aprendizaje”. El educador ejerce una figura de guía, que potencia o propone desafíos, cambios y novedades.




El “Ambiente” Montessori no incita a la competencia entre compañeros, se respeta y valora el logro de cada alumno en su momento y ritmo oportuno. El silencio y la movilidad son elementos indispensables en esta metodología. Los niños pueden mover sus mesas, agruparlas o separarlas según la actividad, todo el mobiliario es adecuado al tamaño del niño, siendo las manos las mejores herramientas de exploración, descubrimiento y construcción de dichos aprendizajes. El error, equivocación o falta, es considerado como parte del aprendizaje, por ello, no es castigado, resaltado o señalado, sino es valorado e integrado como una etapa del proceso. Se suele estimular a que el niño haga siempre una autoevaluación.

Los principios fundamentales de la Pedagogía Montessori están basados en: la autonomía, la independencia, la iniciativa, la capacidad de elegir, el desarrollo de la voluntad y la autodisciplina. Otros aspectos abordados en esta metodología son: el orden, la concentración, el respeto por los otros y por uno mismo.





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