Esta frase de María Montessori puede dar sentido a este nivel, los niños de 3 a 6 años se desenvuelven en un “Ambiente Preparado” lleno de motivos de actividad, donde encuentran respuesta a sus necesidades conduciéndose de manera independiente, trabajando así en su propia autoconstrucción.
Se observa una sociedad en pequeño, donde cada integrante ha podido elegir un trabajo de acuerdo a sus necesidades e intereses, dentro de límites establecidos; la libertad de cada uno crece junto con la de todos. Los niños quieren lo que hacen, no hacen lo que quieren y una vez terminada la actividad elegida guardan todo en su lugar, de esta manera están aprendiendo verdaderamente a vivir en sociedad, a compartir y a respetar.

Los niños de esta edad poseen lo que la Doctora Montessori llamó “Mente Absorbente”, con esto se refiere a la habilidad única y transitoria para absorber todos los elementos de su ambiente ya sean físicos, mentales o espirituales sin esfuerzo o cansancio alguno, también pasan por “Periodos Sensibles” donde por naturaleza desean irrefrenablemente ciertas actividades para irse completando, por tanto, la preparación del Ambiente se vuelve esencial en nuestra filosofía.

Los materiales sensoriales son herramientas para el desarrollo. Los niños construyen su mente lógico-matemática y aprenden a ordenar y clasificar las impresiones que reciben del ambiente. Logran esto al tocar, observar, oler, probar, escuchar y explorar las propiedades físicas de su ambiente a través de estos materiales diseñados especialmente para este propósito.

Los ejercicios de Vida Práctica involucran el cuidado personal de cada uno, de todos y del Ambiente. Las actividades incluyen muchas de las tareas que los niños ven como parte de la vida cotidiana en su casa con materiales adecuados a su tamaño como: lavar la ropa, los trastes, arreglar flores, etc., también son considerados los elementos de convivencia social a través de los ejercicios de Gracia y Cortesía. Por medio de éstas y otras actividades, los niños no sólo desarrollan coordinaciones musculares, sino su inteligencia, desarrollando paralelamente también su voluntad a través de movimientos lógicos, secuenciados, guiados ex profeso, promoviendo la concentración, la autosuficiencia y la autodisciplina.

Los materiales de Matemáticas ayudan al niño a manejar y comprender los conceptos aritméticos por medio del trabajo con materiales concretos. Esto le proporciona al niño bases sólidas sobre los principios y leyes matemáticas, incluyendo objetivos estructurados para guiarlo hacia el razonamiento abstracto.

El Lenguaje es vital para la existencia de los hombres, el “Ambiente Montessori” enriquece y muestra un lenguaje preciso a los niños que acuden a éste. “Cuando los niños llegan al Ambiente a la edad de tres años, se les da de manera sencilla la oportunidad de enriquecer el lenguaje, que ellos han adquirido en años anteriores y de usarlo de manera inteligente con precisión y belleza, tomando conciencia de sus características, descubriendo y explorando sus propiedades por ellos mismos. Los niños aprenden a escribir y leer de una manera natural, sin poder recordar el día en que no podían hacerlo, de la misma manera en que no recuerdan aquel día en que todavía no podían caminar”.

Geografía, Historia, Biología, Botánica, Zoología, Arte y Música se muestran como extensiones de las actividades sensoriales y de lenguaje. Los niños aprenden otras culturas y esto permite que el amor y el respeto por su ambiente se vayan desarrollando, formándose un sentido de solidaridad con la humanidad y su hábitat. Las experiencias con la naturaleza, en conjunto con los materiales en el Ambiente, inspiran la admiración por todo lo que vive.